El presidente de Egipto,
Mohamed Mursi, encara el reto de una rebelión de jueces, quienes lo
acusaron este sábado de expandir las potestades presidenciales en
detrimento del poder judicial, lo que profundiza una crisis que ha provocado violencia en las calles y ha expuesto las profundas divisiones del país.
El Club de Jueces de Egipto, un órgano que representa a los jueces en
todo el país, llamó a una huelga durante una reunión interrumpida por
gritos exigiendo la “caída del régimen”, la frase de batalla en el
levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak el año pasado.
Opositores y partidarios de Mursi -que representan la división entre
los recientemente empoderados islamistas y la oposición más secular- han
llamado a manifestaciones rivales para el martes por el decreto del
mandatario que ha provocado preocupación en Occidente.
El decreto, emitido el jueves, es parte del esfuerzo del nuevo
Gobierno por consolidarse tras hacer a un lado en agosto a funcionarios
de la era Mubarak. La norma impide que las decisiones de Gobierno puedan
ser revisadas por la justicia hasta que un nuevo Parlamento sea elegido
el año próximo.
También protege a la asamblea dominada por islamistas y que redacta
la nueva Constitución de Egipto de una serie de desafíos legales que han
amenazado al órgano con la disolución y ofrece la misma protección a la
Cámara Alta del Parlamento, controlada igualmente por islamistas.
El Consejo Judicial Supremo, la máxima autoridad judicial de Egipto,
dijo que el decreto de Mursi es un “ataque sin precedentes” a la
independencia judicial, según informó la agencia noticias estatal. El
Club de Jueces, que se reunió en El Cairo, llamó a Mursi a anularlo.
Esa exigencia también fue formulada por el prominente líder de la
oposición Mohamed ElBaradei, quien dijo que “no existe espacio para el
diálogo cuando un dictador impone las medidas más opresivas y
repugnantes y entonces dice ‘dividamos la diferencia’”.
“Estoy esperando para ver, ojalá pronto, una declaración muy enérgica
de condena por parte de Estados Unidos, Europa y de todos a los que
realmente les importa la dignidad humana”, agregó ElBaradei en una
entrevista con Reuters y Associated Press.
Más de 300 personas resultaron heridas el viernes en actos de
violencia durante protestas contra el decreto. Se registraron ataques
contra al menos tres oficinas de los Hermanos Musulmanes, el movimiento
que llevó a Mursi al poder.
(Con inforormación de REUTERS)
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